Hay estudios que dicen que beber cerveza tras hacer deporte nos ayuda. Eso sí, una cantidad moderada. Es beneficiosa porque favorece que nos rehidratemos mucho más rápido y contribuye a evitar dolores musculares.
Además, su alto contenido en carbohidratos, minerales y vitaminas, ayuda a mantener los niveles altos de glucosa, y atenuar las hormonas del estrés. También, si tomamos cerveza después de hacer deporte en temperaturas elevadas y después de haber sudado mucho, nos ayuda a recuperar muy bien el nivel de hidratación, igual que lo haría el agua.
Así pues, la cerveza por su composición (agua, cebada y lúpulo) y las propiedades de sus ingredientes, es beneficiosa y favorece una rápida recuperación e hidratación. Eso sí, siempre tomada con moderación. ¡Y mejor si es sin alcohol!