Dejadme deciros que sí. La comunicación no verbal dice mucho de nosotros y la postura corporal afecta, sin duda, a nuestro estado de ánimo. Colocando de manera consciente la espalda recta, el cuello y la cabeza alineados, los hombros hacia atrás… hace que tengamos más energía o, si más no, estemos más predispuestos a tenerla.
En cambio, una postura corporal descuidada, con los hombros hacia delante, la cabeza cabizbaja, la espalda curvada… hará que nos sintamos más cansados, y puede que nuestro estado anímico sea diferente, también. Más apático y pasivo, quizás.
Por eso es importante trabajar la postura corporal. Puede que al principio tengamos que pensar mucho en cómo colocarnos, porque tenemos tendencia a tener malas posturas. Pero después, como todo, saldrá solo. Recuerda que la espalda siempre tiene que estar recta pero sin estar demasiado rígida. Los hombros hacia atrás, mirada al frente y, por qué no, una sonrisa natural, de alegría. ¡Todo esto nos ayudará a cambiar nuestras emociones!
Espero que os sirva un poco de ayuda este post y que, al menos, os ayude a crear consciencia de que la posición corporal dice mucho de nosotros. Os mando un beso enorme :)