¿Vas al supermercado y no sabes qué fruta es la que resultará más sabrosa y jugosa? Ahí van algunos truquitos que seguro que os serán de ayuda.
Para comprar un melón que salga bueno, debe ser duro y no tiene que tener grietas y los extremos tienen que ceder un poquito. Si compras melón de piel de sapo, cuantas más rayas tenga, más dulce será. Guardarlo es muy sencillo: si está entero, puedes dejarlo fuera de la nevera a temperatura ambiente pero, una vez abierto, mejor cubrirlo con papel transparente y guardarlo en la nevera.
Para comprar una sandía, hay que fijarse en que tenga una piel dura y sin grietas y, al golpearlo, tiene que sonar a hueco. Si está entero, hay que guardarlo en un lugar fresco y, una vez abierta, déjala en la nevera también cubierta con papel transparente.
Para comprar plátanos, es importante escogerlos sin golpes y que sean firmes. Pensad que las manchas o puntos marrones que tienen en la piel no afectan en su calidad. Eso sí, guardadlos en un lugar fresco. En la nevera, lo mejor es envolverlos con papel de periódico para evitar que se vuelvan negros.
Para comprar peras, mirad que sean de color verde pálido o amarillo oro con un toque rosado. Deben ser aromáticas y ceder un poco a la presión de los dedos. Para guardarlas, mejor a temperatura ambiente si todavía no están suficientemente maduras, y a la nevera si ya están al punto.