Podéis añadir fibra a vuestra dieta de una manera muy fácil y cómoda. Además, ¡apenas os daréis cuenta!
Lo primero y algo que podéis hacer fácilmente es incluir frutos secos en vuestras comidas. Son muy ricos en fibra si los coméis con la piel. Con un puñadito al día es suficiente, y los podéis agregar a las ensaladas o al yogur. Los que más fibra tienen son las nueces de macadamia y las almendras. También puedes comerte las frutas con piel, o bien añadir verduras como acompañamiento de tus platos. Y si te gustan las ensaladas, te recomiendo que las hagas de legumbres. Te refrescaran mucho y, además, tendrás una muy potente fuente de fibra: lentejas, alubias, lentejas… ¡lo que quieras! También puedes agregarle fruta troceada. Y para que tus bocadillos sean todavía más completos, añádeles hojas de lechuga, tomate, pepino o pimientos. Además de que te llenarás más sin añadir muchas calorías, tu bocadillo tendrá un extra de fibra.