¿Crees que te quejas demasiado de las cosas? Hoy vas a tener una manera de comprobarlo de forma fácil. Para ello, te ponemos a prueba. ¿Estás dispuesto a pasar este test? Compártenos tus resultados en cuanto lo sepas y pon remedio desde ya mismo para superar ese victimismo ☺
Muchas de las situaciones propuestas a continuación pueden perfectamente haberte pasado, o quizás no. En caso de que no, intenta pensar cuál de las opciones que proponemos es la más probable que hicieras tú.
- Te levantas de la cama y ves llover por la ventana.
- Te deprimes y piensas, vaya mierda de día, qué ganas de que sea de nuevo la hora de ir a dormir.
- Te resignas y piensas automáticamente en qué bien se estará en la cama cuando te vuelvas a acostar, y lo bien que se estará en el sofá durante ese ratito de descanso después de trabajar.
- Ni te fijas. No piensas nada. Vas a lo tuyo que ya vas tarde como siempre
- No es que te encante la lluvia pero piensas que las plantas lo agradecerán.
- Vas a desayunar, ves que se ha acabado lo que sueles desayunar a diario y sabes que tú no has sido porque siempre procuras tener provisiones. Piensas…
- Que te acaban de amargar el día. ¡No puedes vivir sin tu desayuno! Y te vas enfadada al trabajo y de mal humor porque te has pasado un rato buscando tu desayuno porque sabías que lo habías preparado.
- Que vas a comer otra cosa, aunque te ponga de mal humor, y te la vas a acabar/esconder para vengarte
- Comes otra cosa sin pensamientos vengativos
- Llamas rápidamente a un amigo/vecino/familiar para que desayunéis juntos, o directamente vas a por el pan.
- El día no está yendo cómo debería y te están saliendo las cosas mal…
- Te ofuscas mucho, cada vez te frustras más y acabas por llorar y hablar mal a la gente de tu alrededor. Además, piensas que no vales para nada, aunque después te sabe mal.
- Te ofuscas mucho y piensas que hoy no has tenido un buen día, pero intentas respirar e intentar acabar bien el día, aunque te desahogarás con el primero que pilles.
- Piensas que no todos los días pueden ser buenos, e intentas pensar en cómo mejorar la próxima vez, aunque esas cosas te afecten durante todo el día.
- No dejas que te afecten las cosas negativas e intentas cada vez ir a mejor. Aunque te vengan pensamientos de derrota, sigues al pie del cañón.
- Estás haciendo algo que requiere mucha atención (trabajando en casa, por ejemplo) o queriendo escuchar algo en la televisión y alguien te habla o te dice que hagas algo…
- Te enfadas y le dices que se calle que estás intentando hacer/escuchar algo importante.
- Intentas decir medianamente bien que estás ocupado/a
- Le pides por favor que espere
- Le pides 1 minuto amablemente porque estás muy ocupado/a y en seguida vas a atender lo que necesita.
- Estás haciendo deporte y te falla el internet…
- Te pones de muy mal humor y empiezas a echar la culpa a los demás que están descargándose cosas y por eso va lento
- Te pones de mal humor pero no lo exteriorizas
- Intentas buscar una solución rápida (poner el vídeo en baja calidad…)
- Esperas pacientemente a que vuelva a funcionar, no es la primera vez que te pasa.
- Estás haciendo un trabajo en el ordenador, llevas todo el día avanzándolo y no se te ha guardado…
- Empiezas a gritar como loco/a maldiciendo el ordenador y a ti por haber permitido que pasara esto
- No das crédito, gritas y empiezas a mirar si se puede recuperar, aunque tienes 0 esperanza
- Intentas no alarmarte y pensar que seguro que algo se habrá guardado automáticamente
- Te calmas, aserenas y miras si lo has enviado a alguien o guardado en la nube para recuperar aunque sea un trozo. Al menos si lo tienes que volver a hacer irás más rápida.
- Tienes que salir de casa, vas justa de tiempo, ya te has arreglado y te manchas.
- Empiezas a dar las culpas a los demás por haberte manchado, porque había algo que no tocaba en el camino, o a ti misma por ser tan dejada y permitir que te pasara.
- Intentas desesperadamente limpiarte la mancha pero ves que lo estás empeorando y cada vez te pones más nerviosa y estresada
- Vas al armario para cambiarte de ropa pero te estresas porque no sabes ahora qué ponerte que combine con lo que ya llevas, y terminas por cambiarte toda de nuevo, saliendo de casa más estresada todavía.
- Te cambias rápidamente, te pones cualquier otra cosa y no le das más importancia.
- En casa tienes un mueble u objeto que te gusta mucho, pero tu hijo/hermano/familiar te lo acaba de romper sin querer.
- Empiezas a echarle la bronca y te enfadas con el mundo. No debería estar jugando/tocando tus cosas
- Le echas la bronca intentando ser algo más comprensivo, pero te cuesta.
- Te enfadas pero lo intentáis arreglar juntos
- Le dices que no pasa nada e intentas arreglarlo.
- Este mes, la factura de teléfono te han cobrado triple y no sabes por qué.
- Llamas súper enfadada a la compañía de teléfono y le pides explicaciones en un tono más alterado de lo normal.
- Llamas a la compañía de teléfono y a medida que avanza la conversación tu tono de voz aumenta porque no te están dando la solución.
- Llamas en un tono de voz adecuado pero le exiges que te devuelvan ya el importe cobrado de más.
- Llamas en tono amigable e intentas averiguar por qué se ha cobrado de más.
- Llevas 1 mes haciendo deporte y aparentemente no ves ningún resultado.
- Tiras la toalla y te enfadas. Total, no está sirviendo de nada. Y abres una bolsa de patatas fritas.
- Te enfadas contigo mismo y piensas, ¿qué estaré haciendo mal? Y empiezas a querer tirar la toalla
- Intentas relativizar y buscar fotos de tu cambio. Seguro que en fotos y medidas ves más el cambio
- Sigues a tope como siempre e intentas buscar ayuda por otro lado, como las consultas privadas o el plan de entrenamiento.
MAYORÍA DE RESULTADOS A. ¡QUEJICA A MÁS NO PODER! Todo te molesta, de todo haces una queja e incluso si no te salen bien las cosas te pones de mal humor todo el día y lo pagas con los demás. Alguien debería aplicarse el reto de agradecimiento desde ya.
MAYORÍA DE RESULTADOS B. ¡ERES QUEJICA! No lo eres tanto como las respuestas A, pero vas por el camino de serlo. Intenta tomarte las cosas con más calma, no pienses que todo te pasa a ti y que tienes mala suerte. Relativiza y disfruta.
MAYORÍA DE RESULTADOS C. ¡Vas por buen camino! No podríamos decir que eres un quejica, sino que a veces te quejas, aunque intentas siempre buscar la mejor solución para todo y no dramatizar. ¡Sigue así!
MAYORÍA DE RESULTADOS D. ¡Enhorabuena! La queja no forma parte de tu vocabulario. Relativizas y el día que dramatizas es que algo gordo ha pasado. Todo el mundo debería tomar ejemplo de lo resolutivo que eres y cómo llevas los problemas y piedras en el camino. ¡No cambies!
