Hemos estado unos meses en una situación que parecía ciencia ficción. Nadie se podía imaginar que podía pasar algo así, pero ha pasado y es la realidad que hemos estado viviendo la gran mayoría durante estos meses. Y después de meses de encierro parece que vemos la luz y empezamos con la nueva realidad. Y digo nueva porque vamos a tener que adaptarnos a la nueva situación.
Creo que estos días hemos tenido tiempo suficiente para reflexionar y darnos cuenta de lo afortunados que somos por vivir como vivimos. La gran mayoría tenemos que estar agradecidos de los miles de privilegios que tenemos. Siempre digo que de una crisis, de algo malo… hay que sacar un aprendizaje. Hay que sacar la parte buena. Y creo que este break puede ser un buen momento para reiniciar de una manera diferente. Darnos una nueva oportunidad de volver a empezar de nuevo en una versión mejorada de nosotros mismos.
Nos hemos vuelto insaciables, difíciles de complacer. Pensamos que lo necesitamos todo como una condición para estar bien: quiero, quiero, quiero. Necesito, necesito, necesito. Y la realidad, la pura realidad es que lo que necesitamos es dejarnos de rollos y abrir los ojos. Empezar a verlo todo desde los ojos de la ilusión y el entusiasmo. Es importante valorar lo pequeñito, no dar nada por supuesto, sentirnos bien por tener salud, valorar la gente que nos rodea, valorar el silencio y también una buena conversación. Y sobre todo, valorarnos y respetarnos de una vez por todas.
Cuando no podemos hacer algo, cuando realmente tenemos un problema de verdad, cuando perdemos algo.. lo acabamos valorando, pero después. Yo digo que somos más de curar que no de prevenir. Y eso es un error. Caemos en el error de no valorarlo y muchas veces es demasiado tarde porque se nos ha pasado la oportunidad.
Ahora no podíamos salir de casa, no teníamos la libertad plena y hemos tenido que tener responsabilidad, no solo por nosotros sino también por los demás. Hemos tenido que sacar también nuestra parte más solidaria que nos hace más humanos. Seguro que hemos podido valorar mucho más ahora el simple hecho de poder salir, de sentir el aire fresco, el poder ver a los amigos, poder ver más a los que queremos… y es que cuando no podemos hacer algo es cuando más lo deseamos. Las prohibiciones se vuelven nuestros deseos.
Pero cuando lo podíamos hacer, lo hacíamos sin más, con indiferencia total. En esta parte espero que nos llevemos esta tarea aprendida: valorar, sentirnos bien por lo que tenemos y forma parte de nuestra vida. Enfocarnos en lo que sí tenemos, no en lo que no. Porque si no, no vivimos en un mundo de abundancia sino de escasez. En la web de www.gymvirtual.com hemos creado un reto de 21 días para ser más agradecidos. Os animo a que le echéis un vistazo y os unáis al desafío.
Lo que os vengo a decir hoy es que aprovechéis la situación para daros una nueva oportunidad, porque se puede cambiar el enfoque. Si no te has podido enfocar en lo bueno, aquí tienes una nueva oportunidad. Aprende a amar lo que eres y lo que tienes, deja los peros, los necesito, las excusas… escucha a tu interior. Haz más de lo que te hace feliz y repítelo tanto como puedas. Regala tu mejor versión a los demás, siempre muestra lo mejor para crear una mejor sintonía y libérate de lo que te impide estar mejor.
Ah, y no os olvidéis de compartir vuestros comentarios y sugerencias a través de las redes sociales con los hashtags #ypct #yopuedocontodo #patryjordan y #gymvirtual.
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