Y llegados hasta aquí, debemos aplicar todos estos consejos sobre alimentación, hábitos, consejos según nuestro objetivo, y una alimentación consciente a nuestros hábitos diarios.
Aprende a introducir correctamente todos estos conocimientos siguiendo unas pautas y que sea de manera efectiva.
INTRODUCE NUEVOS HÁBITOS EN LA RUTINA
Elabora una lista de tus hábitos de alimentación
Intenta anotar todo lo que comes durante unos días y a las horas que los ingieres para descubrir los hábitos que utilizas. Es bueno también añadir si lo has comido por ansiedad, por falta de comida, por qué realmente lo querías o simplemente por qué así te lo habías marcado. Así podrás averiguar de donde viene el problema y cómo solucionarlo.
Subraya los hábitos de la lista
Marca los que son necesarios, las comidas y cenas que te marcas, así como los desayunos y picoteos entre horas, así podrás ver todos los alimentos y recetas que comes y lo que realmente no es tan necesario en tu rutina, o se podrían modificar por otros más saludables.
Revisa los hábitos poco saludables
Identifica todos los factores y trata de modificarlos para hacerlo mucho más saludables, además de ver el por qué los comes y evitar ese problema. Por ejemplo, puedes modificarlo por fruta fresca, frutos secos etc., si lo que te sucede es que no consigues coger el hábito de buenos postres o snacks.
✌🏼Aquí tienes algunos ejemplos con los que te puedes sentir identificada:
- Abrir la despensa de los dulces
- Llegar a casa del trabajo sin la comida hecha
- Picar entre horas sin saber el qué
- Comprar alimentos industriales como base de comida
- Comer a destiempo
- Sentirse aburrido y pensar en comida
Haz tu propia lista para revisar de dónde puede venir este problema para llegar a la solución
✨Te damos algunos trucos para reforzar los nuevos hábitos que quieres implementar en tu vida.
Come más despacio. Si comes muy rápido puede ser que se acabes con toda la comida sin darte cuenta y no te hayas saciado lo suficiente. Esto hará que quieras adquirir algo más y sin pensarlo. Date tu tiempo y disfruta de la comida.
Come cuando de verdad tengas hambre. No te fuerces a comer ni tampoco lo hagas por ansiedad.
Planifica las comidas con tiempo para asegurarte de que son saludables y equilibradas.
La comida saludable no tiene por qué ser aburrida. Hay cientos de verduras y frutas diferentes, de todo tipo de formas y colores. ¡Prueba una diferente cada día! Además, recuerda que la sal y la pimienta no son las únicas especias que existen. Pídeles inspiración a tu familia y amigos, así conseguirás ser creativo y no comer siempre lo mismo. Cuida la presentación de tus platos, aunque cocines solo para ti: recuerda que por los ojos también se come.
